Desde pequeño siempre fui sonador e inquieto. Todo lo que observaba y aprendía tendía a preguntarme su por qué como un juego de niños que me divertía hacer y que sin darme cuenta me fue formando hacia la persona que hoy soy. Observadora y con pensamiento critico.

Crecí en el seno de una familia muy humilde, sin lujos y con algunas necesidades básicas sin cubrir, pero eso no supuso un limite ni escusa para mi, ya que no entendía de limitaciones ni de conformismo, lo que me llevó a ir creando una fuerte fuerza de voluntad que me ha ayudado a no rendirme nunca, y a convertir cada problema en un reto que me seduce afrontar.


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